sábado, 25 de septiembre de 2010

¿Qué está investigando la Iglesia católica en la actualidad?


La Iglesia católica nunca ha ido en contra de la investigación y ni ha estado alejada del progreso de los países; hoy día nos damos cuenta de las diferentes ramas y campos en los cuales la Iglesia no sólo apoya económicamente sino que está ayudando de lleno en ciertas investigaciones a nivel del mundo entero.
El Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) dice: "Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nuca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son" (GS 36,2)[1].
De aquí podemos ver que la Iglesia llama, invita y defiende las investigaciones que se realicen para cualquier campo siempre y cuando sea con método realmente científico y según las normas morales, pues no podría invitar ni ayudar a personas que investiguen algo que pueda dañar la dignidad del mismo hombre y de su fe. Hoy, podemos ver que la Iglesia va mucho más al lado de la investigación que antes (sin decir que no lo ha estado nunca), como La Academia Pontificia para la Vida, institución fundada por el Papa Juan Pablo II con el objetivo de "estudiar, informar y formar sobre los principales problemas de la medicina y el derecho relativos a la promoción y la defensa de la vida[2].
Podemos observar que la Iglesia en la actualidad ayuda económicamente a la investigación y a proyectos de promoción humana y cristiana como el Consejo Pontificio llamado "Cor Unum", que concedió en nombre del Santo Padre ayudas por un valor de $1'211,600 dólares a poblaciones afectadas por calamidades y $555,000 para proyectos de promoción humana y cristiana en todo el mundo; también por medio de la iniciativa "Cien proyectos del Santo Padre" numerosas diócesis de países industrializados y diversas organizaciones de asistencia han prestado a Diócesis pobres en los países en vías de desarrollo, ayuda por valor de $20 millones de dólares.
La iniciativa llamada "Panis Caritatis" pudo proporcionar a Ruanda, Congo y Sudán la cantidad de 700 millones de liras italianas. Pero no solo eso, también la fundación "Populorum Progressio" dedicó $1'705,900 dólares a financiar 215 microproyectos de apoyo a poblaciones indígenas, mestizas y afroamericanas de América latina. Por su parte la fundación "Juan Pablo II para el Sahel" concedió $5'500,000 dólares para combatir la desertificación en los nueve países africanos colindantes con el desierto del Sahara[3].
Igualmente Ella (la Iglesia) ayuda, como hemos dicho, a la dignidad y vida del hombre mismo dice el  monseñor Elio Sgreccia, respecto a si la Iglesia está a favor o en contra de la investigación biomédica, él respondió: “Es conocido el pensamiento oficial de la Iglesia católica, que ha manifestado en repetidas ocasiones su aprecio y aliento por la investigación científica, especialmente cuando está dirigida a la prevención y el tratamiento de enfermedades y el alivio del sufrimiento humano. Este tipo de investigación es considerado como coherente con la fe en Dios creador”.
La Iglesia incluso colabora en la investigación biomédica actual, y si miramos mucho atrás, la historia confirma esta colaboración ya desde los descubrimientos en el campo genético realizados por el monje Gregor Johann Mendel (1822-1884). Este apoyo es hoy de elocuente actualidad en las instituciones de investigación, en las facultades de Medicina y en los hospitales dirigidos por la Iglesia. En ellos, se cultiva la investigación científica con un reconocido empeño y resultados eficaces, a pesar de que a veces carecen de recursos. Particularmente son reconocidos por sus resultados en la prevención y tratamiento de las enfermedades.
La estima y el aprecio que siente la Iglesia por los científicos han sido testimoniados también por la presencia de muchos científicos de otras religiones, o no creyentes, en instituciones académicas de la Iglesia, como sucede por ejemplo en la Academia de las Ciencias de la Santa Sede[4].
Podemos observar que la Iglesia ayuda al desarrollo de los países y del hombre mismo, a su vez esclarece situaciones que dan de qué hablar respecto al clero y religiosos y su relación con los fieles como vemos en las noticias  de Telesur en Bolivia: -Iglesia Católica ayudará en la investigación de uso de gastos reservados en Bolivia. Después que el fiscal Félix Peralta mencionó el nombre del cardenal Julio Terrazas como presunto implicado en el uso del dinero de ''gastos reservados'' en Bolivia, la Iglesia Católica se mostró interesada en esclarecer el caso. Ante la declaración apresurada de Peralta, éste fue separado del caso y sustituido por dos fiscales[5].
Por otra parte el Papa Benedicto XVI dice, refirIéndose a la investigación que debe hacerse con la justicia frente los casos de abuso de menores de edad por parte de sacerdotes en Malinas-Bruselas y en todo el mundo: -La justicia debe ser garantizada, pero con respeto a la Iglesia, reclamó Benedicto XVI, quien ya ha condenado en repetidas ocasiones el abuso de niños a manos de religiosos y se ha comprometido a colaborar con la Justicia[6].
Uno de las instituciones más colaboradoras con el servicio a los pobres es CÁRITAS INTERNACIONAL que nació en la ciudad de Friburgo, Alemania en 1897 para servir a Cristo en los pobres. Pronto se difundió a nivel mundial y en 1955 llegó al continente Americano. Íntimamente con CÁRITAS INTERNACIONAL y 156 organizaciones católicas está presente en 204 países.
También vemos que los religiosos y sacerdotes que se dedican a la investigación se esfuerzan no sólo intelectualmente y en su tiempo sino en su salario, como nos muestran las estadísticas: el 57% del total de los gastos del vaticano, son los salarios de los trabajadores y empleados. Hasta hace muy poco, por ejemplo, una religiosa dedicada a la investigación, ganaba la mitad que un laico de la misma categoría. 1700 de los 2300 empleados de la Santa Sede son clérigos mientras que la mayor parte de los 1300 empleados de la Ciudad del Vaticano, son laicos.
Existe también el Banco Vaticano que es una especie de caja de ahorros de los religiosos y también institución de préstamos. Paga pocos intereses y presta dinero muy barato a Diócesis e Institutos Religiosos por todo el mundo, principalmente para la construcción de Iglesias y escuelas[7], esto es algo valiosísimo pues desde las escuelas se promueve la investigación desde las aulas de clases.
Como hemos observado la Iglesia católica investiga en muchos campos de la vida del ser humano como en la ciencia, el bien social, económico, de salud entre otros. La Iglesia no es una institución cerrada encargada rezar solamente sino que se encarga de llevar al hombre a una vida digna siempre guardando, defendiendo y llevando a la persona a la verdad desde la fe y la moral, pues La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo[8].

Uriel Alejandro Franco Sánchez



[1] Cf. CEC N° 159
[2] www.aciprensa.com
[3] http://www.compartir.org.ar/Sostenimiento/2-Compartir-5.htm
[4] Monseñor Elio Sgreccia, entrevista con Alejandro Bermúdez en Aciprensa
[5] TELESUR, Fecha: 02/04/2010, teleSUR-Efe-La razón-Plubimetro/yi - MM
[6] por DPA - 28/06/2010 - 09:57, ACIPRENSA
[7] http://www.compartir.org.ar/Sostenimiento/2-Compartir-5.htm
[8] Carta encíclica FIDES ET RATIO, de Juan Pablo II

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