domingo, 25 de octubre de 2015

¿Degradación o genocidio?


La degradación del medio ambiente despierta la preocupación nuestra y de muchas instituciones que buscan ayudar en esta difícil situación para nuestra casa común. No solo porque se acabe un recurso primario para la producción de muchos artefactos, sino que puede causar daño gravísimo en nuestro desarrollo como personas humanas, hasta la muerte. Es decir que estamos matándonos unos a otros en la degradación del ambiente.
“Si definimos la degradación ambiental, podemos decir que son procesos, o mejor dicho, un conjunto de procesos que lo que hacen es deteriorar determinado recurso o impedir su uso por parte del hombre. Entre recursos podemos encontrar, por ejemplo, el agua, los suelos, etc. Estos procesos también suelen ser caracterizados como socio-económicos.” (ecología hoy, degradación ambiental, 20/05/2011). Pues todos  los productos que se consumen tienen como base los recursos naturales primarios. Y eso preocupa mucho más a las multinacionales que solo piensan en dinero: producir y vender.
Esto conlleva a pensar que lo que estamos causando con nuestro consumismo extremo y nuestra falta de cultura ecológica es la muerte, no solo a nuestro mundo actual sino a las futuras generaciones.
 Los procesos de producción industrial iniciados en sigo XIX con la revolución industrial requieren la utilización de grandes volúmenes de agua para la transformación de materias primas, siendo los efluentes de dichos procesos productivos, vertidos en los cauces naturales de agua (ríos, lagos) con desechos contaminantes.
Desde entonces, esta situación se ha repetido en todos los países que han desarrollado la industrialización, y aun cuando la tecnología ha logrado reducir de alguna forma el volumen y tipo de contaminantes vertidos a los cauces naturales de agua, ello no ha ocurrido ni en la forma ni en la cantidad necesarias para que el problema de contaminación de las aguas esté resuelto. (Rafael Olmos Gutiérrez, 28 de enero de 2013, Degradación y contaminación del agua)
Si nos interesa evitarlo, debemos tener en claro el área que nos interesa trabajar, así como el historial ambiental de dicha área, así se podrán tomar las medidas que sean más correctas para disminuir los efectos de la degradación ambiental.
 “Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) el agua está contaminada cuando su composición se haya alterado de modo que no reúna las condiciones necesarias para ser utilizada beneficiosamente en el consumo del organo y de los animales. En los cursos de agua, los microorganismos descomponedores mantienen siempre igual el nivel de concentración de las diferentes sustancias que puedan estar disueltas en el medio.” (José Amestoy Alonso, Papeles de Geografía Aspectos De La Degradación Del Medio Ambiente: Su Influencia En El Clima)
Muchos productos, como los ordenadores, electrodomésticos, etc., están diseñados para ser usados y luego desechados, y el caso es que tampoco hay una conciencia clara, en muchos casos, de qué hacer con ellos.
Por esto el Papa Franciscano nos recalca: “Dado que el mercado tiende a crear un mecanismo consumista compulsivo para colocar sus productos, las personas terminan sumergidas en la vorágine de las compras y los gastos innecesarios. El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico.” (Laudato si, 203)
La erosión de los suelos y la desertificación en el mundo, y en particular en las áreas áridas, es un problema que está alcanzando una gran magnitud.
La contaminación atmosférica, junto con la cada vez mayor quema de combustibles fósiles, provoca lluvias ácidas, agujeros en la capa de ozono, efecto invernadero, elevación de la temperatura global, etc.
(José Amestoy Alonso, Papeles de Geografía Aspectos De La Degradación Del Medio Ambiente: Su Influencia En El Clima)
Encontramos en el suelo muchas causas de degradación, entre ellas tenemos:
Erosión acelerada: arrastre de materiales del suelo por diversos agentes como el agua y el viento, lo cual genera la improductividad del suelo.
Salinización y solidificación de los suelos: acumulación excesiva de sales solubles en la parte donde se desarrollan las raíces de los cultivos.
Compactación: se manifiesta con el aumento de la densidad aparente del suelo, en las capas superficiales o profundas. Es el resultante del deterioro gradual de la materia orgánica y la actividad biológica.
Contaminación química: uso irracional de grandes cantidades de fertilizantes y sustancias químicas para el control de plagas y enfermedades, por encima de los niveles requeridos producen la contaminación química de los suelos.
Pérdida de nutrientes: empobrecimiento gradual o acelerado del suelo por sobreexplotación o monocultivo, lo que trae como consecuencia la baja fertilidad e improductividad de los suelos.
Conflicto de usos: las tierras agrícolas se pierden o transforman en tierras para la urbanización.
No más cemento, no más selvas pavimentadas, debemos dejar respirar nuestro mundo. “Muchas ciudades son grandes estructuras ineficientes que gastan energía y agua en exceso. Hay barrios que, aunque hayan sido construidos recientemente, están congestionados y desordenados, sin espacios verdes suficientes. No es propio de habitantes de este planeta vivir cada vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales, privados del contacto físico con la naturaleza.” (Laudato si 34)
Muchos estudian con detenimiento las causas y las soluciones de la degradación de los bosques tropicales, praderas, estepas, sabanas, así como la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera y el calentamiento global, analizando las consecuencias en el ámbito humano, político, económico y climático. Pero se les olvida que todo se basa en la relación de la personas consigo mismo y con su entorno. Es decir, que la solución está en una nueva cultura ecológica que se preocupe más por sus hermanos que por sí mismo.
La cultura ecológica no se puede reducir a una serie de respuestas urgentes y parciales a los problemas que van apareciendo en torno a la degradación del ambiente, al agotamiento de las reservas naturales y a la contaminación. Debería ser una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático. (Laudato si, 111)
De otro modo, aun las mejores iniciativas ecologistas pueden terminar encerradas en la misma lógica globalizada. Buscar sólo un remedio técnico a cada problema ambiental que surja es aislar cosas que en la realidad están entrelazadas y esconder los verdaderos y más profundos problemas del sistema mundial. (Laudato si, 111)
En conclusión, debemos luchar por cambiar nuestra mentalidad egoísta y comenzar a pensar en beneficio familiar y social, sabiendo que del cuidado del ambiente depende nuestra salud, nuestros medicamentos, nuestro aire puro, nuestro consumo sano de alimentos. Si cambiamos nuestros hábitos podremos comenzar a cambiar y organizar nuestra casa común que tanto bien nos hace, nadie degrada su propia casa y mucho menos asesina su propia familia.
“Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.” (Romanos 12,2)


Uriel Alejandro Franco Sánchez

sábado, 25 de septiembre de 2010

¿Qué está investigando la Iglesia católica en la actualidad?


La Iglesia católica nunca ha ido en contra de la investigación y ni ha estado alejada del progreso de los países; hoy día nos damos cuenta de las diferentes ramas y campos en los cuales la Iglesia no sólo apoya económicamente sino que está ayudando de lleno en ciertas investigaciones a nivel del mundo entero.
El Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) dice: "Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nuca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son" (GS 36,2)[1].
De aquí podemos ver que la Iglesia llama, invita y defiende las investigaciones que se realicen para cualquier campo siempre y cuando sea con método realmente científico y según las normas morales, pues no podría invitar ni ayudar a personas que investiguen algo que pueda dañar la dignidad del mismo hombre y de su fe. Hoy, podemos ver que la Iglesia va mucho más al lado de la investigación que antes (sin decir que no lo ha estado nunca), como La Academia Pontificia para la Vida, institución fundada por el Papa Juan Pablo II con el objetivo de "estudiar, informar y formar sobre los principales problemas de la medicina y el derecho relativos a la promoción y la defensa de la vida[2].
Podemos observar que la Iglesia en la actualidad ayuda económicamente a la investigación y a proyectos de promoción humana y cristiana como el Consejo Pontificio llamado "Cor Unum", que concedió en nombre del Santo Padre ayudas por un valor de $1'211,600 dólares a poblaciones afectadas por calamidades y $555,000 para proyectos de promoción humana y cristiana en todo el mundo; también por medio de la iniciativa "Cien proyectos del Santo Padre" numerosas diócesis de países industrializados y diversas organizaciones de asistencia han prestado a Diócesis pobres en los países en vías de desarrollo, ayuda por valor de $20 millones de dólares.
La iniciativa llamada "Panis Caritatis" pudo proporcionar a Ruanda, Congo y Sudán la cantidad de 700 millones de liras italianas. Pero no solo eso, también la fundación "Populorum Progressio" dedicó $1'705,900 dólares a financiar 215 microproyectos de apoyo a poblaciones indígenas, mestizas y afroamericanas de América latina. Por su parte la fundación "Juan Pablo II para el Sahel" concedió $5'500,000 dólares para combatir la desertificación en los nueve países africanos colindantes con el desierto del Sahara[3].
Igualmente Ella (la Iglesia) ayuda, como hemos dicho, a la dignidad y vida del hombre mismo dice el  monseñor Elio Sgreccia, respecto a si la Iglesia está a favor o en contra de la investigación biomédica, él respondió: “Es conocido el pensamiento oficial de la Iglesia católica, que ha manifestado en repetidas ocasiones su aprecio y aliento por la investigación científica, especialmente cuando está dirigida a la prevención y el tratamiento de enfermedades y el alivio del sufrimiento humano. Este tipo de investigación es considerado como coherente con la fe en Dios creador”.
La Iglesia incluso colabora en la investigación biomédica actual, y si miramos mucho atrás, la historia confirma esta colaboración ya desde los descubrimientos en el campo genético realizados por el monje Gregor Johann Mendel (1822-1884). Este apoyo es hoy de elocuente actualidad en las instituciones de investigación, en las facultades de Medicina y en los hospitales dirigidos por la Iglesia. En ellos, se cultiva la investigación científica con un reconocido empeño y resultados eficaces, a pesar de que a veces carecen de recursos. Particularmente son reconocidos por sus resultados en la prevención y tratamiento de las enfermedades.
La estima y el aprecio que siente la Iglesia por los científicos han sido testimoniados también por la presencia de muchos científicos de otras religiones, o no creyentes, en instituciones académicas de la Iglesia, como sucede por ejemplo en la Academia de las Ciencias de la Santa Sede[4].
Podemos observar que la Iglesia ayuda al desarrollo de los países y del hombre mismo, a su vez esclarece situaciones que dan de qué hablar respecto al clero y religiosos y su relación con los fieles como vemos en las noticias  de Telesur en Bolivia: -Iglesia Católica ayudará en la investigación de uso de gastos reservados en Bolivia. Después que el fiscal Félix Peralta mencionó el nombre del cardenal Julio Terrazas como presunto implicado en el uso del dinero de ''gastos reservados'' en Bolivia, la Iglesia Católica se mostró interesada en esclarecer el caso. Ante la declaración apresurada de Peralta, éste fue separado del caso y sustituido por dos fiscales[5].
Por otra parte el Papa Benedicto XVI dice, refirIéndose a la investigación que debe hacerse con la justicia frente los casos de abuso de menores de edad por parte de sacerdotes en Malinas-Bruselas y en todo el mundo: -La justicia debe ser garantizada, pero con respeto a la Iglesia, reclamó Benedicto XVI, quien ya ha condenado en repetidas ocasiones el abuso de niños a manos de religiosos y se ha comprometido a colaborar con la Justicia[6].
Uno de las instituciones más colaboradoras con el servicio a los pobres es CÁRITAS INTERNACIONAL que nació en la ciudad de Friburgo, Alemania en 1897 para servir a Cristo en los pobres. Pronto se difundió a nivel mundial y en 1955 llegó al continente Americano. Íntimamente con CÁRITAS INTERNACIONAL y 156 organizaciones católicas está presente en 204 países.
También vemos que los religiosos y sacerdotes que se dedican a la investigación se esfuerzan no sólo intelectualmente y en su tiempo sino en su salario, como nos muestran las estadísticas: el 57% del total de los gastos del vaticano, son los salarios de los trabajadores y empleados. Hasta hace muy poco, por ejemplo, una religiosa dedicada a la investigación, ganaba la mitad que un laico de la misma categoría. 1700 de los 2300 empleados de la Santa Sede son clérigos mientras que la mayor parte de los 1300 empleados de la Ciudad del Vaticano, son laicos.
Existe también el Banco Vaticano que es una especie de caja de ahorros de los religiosos y también institución de préstamos. Paga pocos intereses y presta dinero muy barato a Diócesis e Institutos Religiosos por todo el mundo, principalmente para la construcción de Iglesias y escuelas[7], esto es algo valiosísimo pues desde las escuelas se promueve la investigación desde las aulas de clases.
Como hemos observado la Iglesia católica investiga en muchos campos de la vida del ser humano como en la ciencia, el bien social, económico, de salud entre otros. La Iglesia no es una institución cerrada encargada rezar solamente sino que se encarga de llevar al hombre a una vida digna siempre guardando, defendiendo y llevando a la persona a la verdad desde la fe y la moral, pues La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo[8].

Uriel Alejandro Franco Sánchez



[1] Cf. CEC N° 159
[2] www.aciprensa.com
[3] http://www.compartir.org.ar/Sostenimiento/2-Compartir-5.htm
[4] Monseñor Elio Sgreccia, entrevista con Alejandro Bermúdez en Aciprensa
[5] TELESUR, Fecha: 02/04/2010, teleSUR-Efe-La razón-Plubimetro/yi - MM
[6] por DPA - 28/06/2010 - 09:57, ACIPRENSA
[7] http://www.compartir.org.ar/Sostenimiento/2-Compartir-5.htm
[8] Carta encíclica FIDES ET RATIO, de Juan Pablo II

sábado, 4 de septiembre de 2010

CONSTRUYAMOS INTEGRALMENTE LA FAMILIA DESDE NUESTRA IGLESIA CATÓLICA

La preocupación de muchos sacerdotes y laicos comprometidos de nuestro país por mantener a las familias unidas al amor de Dios y a la Iglesia, ha llevado a preguntarme ¿qué proceso están llevando las parroquias en sus comunidades con cada miembro familiar a lo largo de su vida para que éstos no “deserten” del núcleo parroquial y más aún, de Dios mismo?

Si bien en cierto y conocido por muchos de los párrocos y catequistas, un niño, adolescente o joven después del sacramento de la primera comunión desaparece del “mapa” parroquial, algunos otros, si estamos de buenas, llegarán nuevamente al sacramento de la confirmación, y luego de allí no vuelven a aparecer hasta el día del matrimonio, si es que lo hace, pues hoy en día en muchas partes, vivir en unión libre está de “moda” (ver estadísticas pág. 3). ¿Qué está pasando con estas personas que cuando niños empezaron muy contentas conociendo a Dios y sirviéndole en su templo?, ¿dónde están los padres y madres que en su niñez pertenecieron a grupos de infancia misionera, juveniles o convivencias de la parroquia y ahora no quieren saber nada de Dios y muchos menos de Iglesia?

Nos encontramos con una realidad en la que nuestros pueblos latinoamericanos “viven hoy una realidad marcada por grandes cambios que afectan profundamente sus vidas ”. Esta nueva escala mundial del fenómeno humano trae consecuencias en todos los ámbitos de la vida social, impactando la cultura, la economía, la política, las ciencias, la educación, el deporte, las artes y también, naturalmente, la religión .

Entre los presupuestos que debilitan y menoscaban la vida familiar, encontramos la ideología de género, según la cual cada uno puede escoger su orientación sexual, sin tomar en cuenta las diferencias dadas por la naturaleza humana. Esto ha provocado modificaciones legales que hieren gravemente la dignidad del matrimonio, el respeto al derecho a la vida y la identidad de la familia .

En otras épocas espiritualmente vivíamos de una religiosidad popular fuerte que formaba y unía, en cierto modo, la familia y que hoy día desafortunadamente se ha visto afectada por fenómenos mundiales llamados de globalización.

Vivimos un cambio de época, cuyo nivel más profundo es el cultural. Se desvanece la concepción integral del ser humano, su relación con el mundo y con Dios;

Aquí está precisamente el gran error de las tendencias
dominantes en el último siglo… Quien excluye a Dios
de su horizonte, falsifica el concepto de la realidad y sólo puede
terminar en caminos equivocados y con recetas destructivas .

“La familia fundada en el matrimonio, no está destinada solo a la felicidad de las dos personas que se casan y, eventualmente, de sus hijos, sino que en ella se funda también el equilibrio, la perfección, la belleza de una sociedad” que sea una “auténtica comunidad”. Hay la necesidad de “recordar con insistencia que, en realidad, no hay familia sin matrimonio, aun cuando mucha gente esté confundida al respecto; también algunos legisladores lo están. Tenemos que recordar que la familia se funda en el matrimonio que es la unión estable de un varón y una mujer ”.

Veamos algunas fuentes de estudios sobre la situación familiar actual:

 Las parejas que conviven tienen cinco veces más probabilidades de separarse que las parejas que están casadas .
 Según informó la agencia LifeSiteNews.com En el año 2003 unos 88 mil niños menores de cinco años fueron afectados por la separación de sus padres no casados, mientras que 31 mil lo fueron en el caso de parejas casadas”.
 “La evidencia es irrefutable. Los padres que no están casados tienen cinco veces más probabilidades de separarse que los padres que sí están casados” .
 Además de estas estadísticas, el Congreso citó otro estudio de Estados Unidos sobre “Familias Frágiles”, en el que se indica que las parejas no casadas tenían más probabilidades de estar desempleadas o tener ingresos por debajo de la línea de pobreza.
 La autora de este estudio, una socióloga de Princeton llamada Sara McLanahan, señaló que las relaciones entre los padres convivientes son “más frágiles” y por lo mismo, “casi la mitad de las mujeres que convivían... han terminado sus relaciones con los padres de sus hijos cuando éstos tenían unos tres años” La tasas más altas de separación también dan como resultado familias uniparentales y por lo mismo, más pobres. “En todos los países industrializados de occidente, los niños que viven sólo con sus madres tienen mayores probabilidades de pobreza que los niños en familias en donde están los dos padres”. Además de la pobreza, continuó, la maternidad y la ausencia de un padre es fuente “de múltiples riesgos para el bienestar de los niños” .

En el antiguo continente no se puede negar las consecuencias de querer sacar a Dios de la propia vida:
 El número de niños nacidos fuera del matrimonio crece continuamente, y corresponde ahora al 40% de los nacimientos en Gran Bretaña.
 La cohabitación es una condición transitoria. En los cinco años posteriores al nacimiento de un bebé, el 52% de estas parejas se ha separado, comparado con el 8% de las parejas casadas.
 La mortalidad infantil es sustancialmente mayor en niños de familias mono-parentales o de parejas de hecho que entre los nacidos en el matrimonio. También tienen más posibilidades de nacer con bajo peso, sufrir problemas psicológicos y accidentes infantiles, e incluso mayor riesgo de abuso infantil.
 Una serie de estudios realizados durante mucho tiempo, ha demostrado una conexión estable entre familias rotas y delincuencia, así como una mayor propensión al crimen juvenil entre niños nacidos de madres adolescentes y parejas separadas.
 Según un informe de 1998 de la Fundación Joseph Rowntree, los niños de familias separadas demuestran un menor rendimiento académico, tienen mayor propensión a comportamientos problemáticos y depresión, comienzan su vida sexual a una edad más temprana y caen con mayor facilidad en el consumo de tabaco, drogas y alcohol.
 El estudio también concluyó que la muerte de uno de los padres, a largo plazo, llega a causar menos daño en un niño que el divorcio o la separación de sus padres.
 La Sociedad de la Infancia reveló el año pasado que los niños que viven en familias "reconstruidas" se escapan de casa tres veces más que los niños que viven con sus padres naturales; por su parte, los hijos de familias monoparentales lo hacen el doble de veces. Muchos de estos niños terminan en la calle .
 El Instituto de Política Familiar (IPF) presentará el 9 de mayo, ante la Unión Europea (UE), el informe "Evolución de la Familia en Europa 2006" en el que se muestra que cada 33 segundos se produce una ruptura matrimonial en el viejo continente.
 Según informa el Presidente del IPF, Eduardo Hertfelder, en 2004 se produjeron 955 mil rupturas. De acuerdo al informe, las rupturas se han incrementado en 315 mil 360 en 25 años (1980-2004), que representa un incremento del 50 por ciento, ya que pasaron de 637 mil rupturas en 1980 a 955 mil 600 en 2004. Además, En 15 años (1990-2004) se han roto en la UE 10 millones 190 mil matrimonios que afectaron a más de 16 millones de niños .
No podemos negar que son muchos los factores que influyen negativamente en la familia y que son causa de esta deserción espiritual-parroquial, en la actualidad (la familia) sufre situaciones adversas provocadas por el secularismo y el relativismo ético, por los diversos flujos migratorios internos y externos, por la pobreza, por la inestabilidad social y por legislaciones civiles contrarias al matrimonio que, al favorecer los anticonceptivos y el aborto, amenazan el futuro de los pueblos . Sí, estos son factores que afectan mucho el desarrollo humano y espiritual de la familia, pero no podemos, en estos, esconder y librar la falta de proyectos pastorales parroquiales que sirvan para que cada miembro de la familia tenga una experiencia concreta de Cristo y de su Iglesia .

La V conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe resalta algunos frutos que la Iglesia Católica ha estado desarrollando en la última década:

 Debido a la animación bíblica de la pastoral, aumenta el conocimiento de la Palabra de Dios y el amor por ella.
 Crecen las manifestaciones de la religiosidad popular, especialmente la piedad eucarística y la devoción mariana.
 Los ministerios confiado a los laicos y otros servicios pastorales, como delegados de la palabra, animadores de asamblea y de pequeñas comunidades, entre ellas, las comunidades eclesiales de base, los movimientos eclesiales y un gran número de pastorales específicas es una riqueza grande en nuestros pueblos.
 Crecen los esfuerzos de renovación pastoral en las parroquias, favoreciendo un encuentro con Cristo vivo, mediante diversos métodos de nueva evangelización, transformándose en comunidad de comunidades evangelizadas y misioneras.
 Se valora la presencia y el crecimiento de los movimientos eclesiales y nuevas comunidades que difunden su riqueza carismática, educativa y evangelizadora. Se ha tomado conciencia de la importancia de la Pastoral Familiar, de la Infancia y Juvenil.
 Se ha desarrollado la pastoral de la comunicación social, y la Iglesia cuenta con más medios que nunca para la evangelización de la cultura, contrarrestando en parte a grupos que ganan constantemente adeptos usando con agudeza la radio y la televisión. Tenemos radios, televisión, cine, prensa, Internet, páginas web y la RIIAL, que nos llenan de esperanza.

A pesar de estos aspectos positivos que nos alegran en la esperanza notamos sombras , que se ven reflejadas en las estadísticas que describen la realidad, entre las cuales aparecen las siguientes:

• En promedio, el aumento del clero, y sobre todo de las religiosas, se aleja cada vez más del crecimiento poblacional en nuestra región.
• Lamentamos, sea algunos intentos de volver a un cierto tipo de eclesiología y espiritualidad contrarias a la renovación del Concilio Vaticano II.
• La ausencia de una auténtica obediencia y de ejercicio evangélico.
• Escaso acompañamiento dado a los fieles laicos en sus tareas de servicio a la sociedad, particularmente cuando asumen responsabilidades en las diversas estructuras del orden temporal.
• Percibimos una evangelización con poco ardor y sin nuevos métodos y expresiones, un énfasis en el ritualismo sin el conveniente itinerario formativo, descuidando otras tareas pastorales.
• Nos preocupa una espiritualidad individualista.
• En la evangelización, en la catequesis y, en general, en la pastoral, persisten también lenguajes poco significativos para la cultura actual, y en particular, para los jóvenes.
• No se ve una presencia importante de la Iglesia en la generación de cultura, de modo especial en el mundo universitario y en los medios de comunicación social.
• El insuficiente número de sacerdotes y su no equitativa distribución imposibilitan que muchas comunidades puedan participar regularmente en la celebración de la Eucaristía.
• Un número significativo de católicos está abandonando la Iglesia para pasarse a otros grupos religiosos.

De aquí la necesidad de mejorar en estos frutos para que maduren y puedan ser alimento eficaz para muchos hijos de Dios, por eso la insistencia de S.S. Benedicto VXI en que cada persona comience a ser cristiano; pero, No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva .

Para que haya este encuentro con Jesús debemos propiciar los lugares para dicho encuentro, el lugar privilegiado es la familia como “patrimonio de la humanidad” Ella ha sido y es escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente; pero para que esto sea posible debe aprenderse y por eso es que el lugar para recibir esta fe es la Iglesia, ¡La Iglesia es nuestra casa! ¡Esta es nuestra casa! ¡En la Iglesia Católica tenemos todo lo que es bueno, todo lo que es motivo de seguridad y de consuelo! ¡Quien acepta a Cristo: Camino, Verdad y Vida, en su totalidad, tiene garantizada la paz y la felicidad, en esta y en la otra vida! Pero como en toda casa se crece en desarrollo normal según las edades de los miembros de la familia; de aquí la necesidad de que cada parroquia brinde los lugares y comunidades o grupo de encuentro con Jesucristo para cada uno de los miembros de la familia según la edad y las condiciones en que se encuentre.

El párroco debe brindar con ayuda de los laicos e instituciones de orden social proyectos integrales de crecimiento para toda la comunidad. El ideal sería que antes de la primera comunión el niño(a) (menos de 6 años = la primera infancia) tenga ya una mínima experiencia con Cristo, pues la niñez, al ser la primera etapa de la vida del ya nacido, constituye una ocasión maravillosa para la transmisión de la fe ; aquí es de gran importancia apoyarnos o crear las Escuelas Dominicales que forman y dan a los niños el primer anuncio, dichas escuelas consisten en tomar una eucaristía con un horario adecuado para la familia donde los padres (y demás familiares adultos) ingresen a la celebración mientras los niños se dirigen a un lugar adecuado para ellos, donde aprenderán, jugarán y conocerán el amor de Dios, partiendo inclusive de las lecturas propias del día; después al terminar la celebración eucarísticas los niños salen al igual con los padres a vivir y compartir este “Amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha sido dado” (Rm. 5,5).

La Infancia Misionera también es una ayuda grandísima en la formación cristiana de los miembros más pequeños de la familia, pues allí existen tres etapas: Trigo Verde, para niños desde los 4 hasta los 6 años de edad. Trigo Maduro, para niños desde los 7 años hasta 9. Trigo Dorado, niños entre los 10 hasta los 12 años. En estos grupos los niños aprenden a relacionarse con otros niños y a vivir en comunidad, lo que generalmente debe hacer la escuela, con ayuda de la Palabra de Dios, juegos, dinámicas, canciones, pinturas, manualidades y la oración que lleva todo esto a algo trascendental en la formación del niño. Se trabajan temas de toda índole para cada edad, los valores, el aprovechamiento del tiempo, la vida, la familia, la sexualidad, el amor hacia Dios, hacia la naturaleza, hacia el otro y hacia mí mismo, la necesidad de la misión (teoría y práctica) etc. Aquí mismo se van observando las cualidades y talentos que cada niño tiene, para comenzar a fortalecer esa parte y ponerla al servicio de Dios y de la Iglesia como el dibujo, la música, la capacidad de locución y expresión, de escritura entre otras.

Hay que aclarar, que sólo después de haber estado en la etapa de Trigo Maduro puede empezar su catequesis preparatoria para el Sacramento de la Eucaristía sin excluirlo de la Infancia Misionera en su nueva etapa de Trigo Dorado (los líderes, servidores o equipo timón de la infancia discernirán si alguno de los niños puede empezar su formación catequética antes de acabar la segunda etapa; pero esto no es muy conveniente, pues el ideal es que se vaya formando la pequeña comunidad, y así todos juntos tendrán los mismos encuentros comunitario donde se unirán más los lazos de amistad humana y cristiana). El documento de Aparecida nos regala algunas orientaciones pastorales para fomentar y crear esta pastoral infantil :

a) Atender a su formación integral.
b) De importancia para toda su vida es el ejemplo de oración de sus padres y abuelos, quienes tienen la misión de enseñar a sus hijos y nietos las primeras oraciones.
c) Establecer, donde no existan, el Departamento o Sección de Niñez.
d) Promover procesos de reconocimiento de la niñez como un sector decisivo de especial cuidado por parte de la Iglesia, la Sociedad y el Estado.
e) Velar para que los niños reciban la educación adecuada a su edad en el ámbito de la solidaridad, de la afectividad y la sexualidad humana.
f) Apoyar las experiencias pastorales de atención a la primera infancia.
g) Estudiar y considerar las pedagogías adecuadas para la educación en la fe de los niños, especialmente en todo lo relacionado a la iniciación cristiana, privilegiando el momento de la primera comunión.
h) Valorar la capacidad misionera de los niños y niñas, que no sólo evangelizan a sus propios compañeros, sino que también pueden ser evangelizadores de sus propios padres.
i) Fomentar la institución de la Infancia Misionera.
j) Promover y difundir permanentemente investigaciones sobre la niñez, que hagan sostenible tanto el reconocimiento de su cuidado, como las iniciativas a favor de la defensa y de su promoción integral .

Luego de que el niño llega a su etapa de pubertad que da comienzo al proceso de la adolescencia y se caracteriza fundamentalmente por un rompimiento masivo con los fenómenos infantiles y un aislamiento del mundo externo en general. El niño comienza a transformar su cuerpo hacia un modelo adulto, empujado por los cambios hormonales y el mandato genético. En la mujer su característica es la primera menstruación y en el varón la aparición de la primera eyaculación nocturna o primera polución.

Comúnmente los preadolescentes comienzan a aislarse, la comunicación se hace muy escasa con los padres, se vuelven huraños, explosivos, quisquillosos, dormilones, con encierros prolongados en la habitación o en el baño. No permiten que se entrometan es sus espacios. Empieza una ruptura abierta con los niños y con los adultos. Le molesta ser tratado como un niño. Su rendimiento escolar con frecuencia se viene abajo. La desobediencia es constante. Aumenta la somnolencia, se vuelve haragán, sin actividades, cosa que angustia y preocupa a los padres. Existe, entonces una identificación con superman: un super héroe, super poderoso que todo lo hace, pero que está solo y que no tiene padres. Otro personaje ideal en este período es Robinson Crousoe, un individuo que solo en una isla termina autoabasteciéndose, pudiendo romper con las dependencias sociales y hacerse él mismo. Al final a éste personaje le aparece el íntimo amigo, Viernes, persona a quien puede someter y fabricar a su imagen y semejanza, pero que al mismo tiempo es su amigo y con quien comparte su mundo.

Básicamente es en buscador de identidad, de sentido, y en esa búsqueda viene la crisis de autoridad, el adolescente quiere eliminar simbólicamente a los padres, quienes se vuelven el blanco de muchos ataques, pues el otro blanco son los profesores del colegio .

De aquí la necesidad de formar un Grupo Pre-Juvenil (adolescentes entre 12 y 14 años) donde el adolescente reciba una atención adecuada y se sienta útil, además que reciba respuesta a las actitudes y a los interrogantes que la sociedad y su edad van generando. Este grupo debe ser orientado y liderado, como todos los grupos, por el párroco que se apoya en jóvenes entre 18 y 25 años que puedan, quieran y sean aptos para esta gran tarea, generalmente estos jóvenes pertenecerán al grupo juvenil o universitario. Este grupo debe trabajar a la luz de la Palabra de Dios, del Magisterio de la Iglesia, de la sana psicología y pedagogía todas estas características que observamos anteriormente propias de su edad, así como la diversión sana, fiestas de cumpleaños, paseos, deportes, etc.

En esta misma etapa y asistiendo al mismo grupo, se puede trabajar con los muchachos que no hayan celebrado su Sacramento de la Confirmación y en una reunión aparte dependiendo de la orientación del párroco comenzar la preparación para este hermoso sacramento; así lograremos un mejor sentido de lo que es ser soldado de Cristo confirmando mi fe con el Espíritu Santo.

Después de que el adolescente llega al final de su etapa (aproximadamente 15 o 16 años) entra en un período de transición del modelo de funcionamiento esencialmente adolescencial, a un comportamiento similar al del adulto, llamada juventud.

El tercer período adolescencial se caracteriza por la ruptura de la psicología grupal, por el inicio de la ruptura de la mismisidad del grupo, estando el adolescente en condiciones de mayor independencia, iniciándose de una vez por todos los procesos de eliminación de la mismisidad compartida. El joven asume actitudes y actividades característicamente adultas viviendo la adultez de manera no impositiva.

Al realizar esta parte del proceso desaparece la razón máxima de la rebelión adolescencial y del enfrentamiento con la imagen paterna. De manera sorpresiva y a veces extraña, cambia su comportamiento con ellos y comienza a mimetizarse con loa adultos. La moda por ejemplo, le ha dado a este grupo adolescente juvenil un tipo particular de vestimenta muy parecida a la del adulto, aún cuando más vistosa y descomplicada, moda que a veces compartes con los mayores.

Otro elemento, es el entrar en una relación interpersonal heterosexual de un "noviazgo serio", estable y más permanente, en donde se fantasea con matrimonio y con hijos, buscando ser recibido formalmente en la casa de su pareja para asumir así una imagen más madura.

Se pueden presentar dos extremos que pueden resultar dañinos para el joven: de exceso de aislamiento e independencia de la familia, pues genera una alta frecuencia de fantasías o actos suicidas. El otro extremo es continuar bajo la protección paterna, impidiendo una adecuada madurez, una independencia aceptable y un ingreso claro a un modelo social .

Para esta etapa del adolescente, la Pastoral Juvenil debe crear un Grupo Juvenil que oscile entre 15 y 20 años, con el fin de trabajar las características anteriormente señaladas así como los aspectos de índole afectivos, vocacionales, familiares, políticos, culturales, del medio ambiente y sociales.

La V conferencia nos orienta en esta formación de pastoral de adolescentes o de juventud y nos sugiere algunas líneas de acción :

a) Renovar, en estrecha unión con la familia, de manera eficaz y realista, la opción preferencial por los jóvenes.
b) Alentar los Movimientos eclesiales, que tienen una pedagogía orientada a la evangelización de los jóvenes, e invitarlos a poner más generosamente al servicio de las Iglesias locales sus riquezas carismáticas, educativas y misioneras.
c) Proponer a los jóvenes el encuentro con Jesucristo vivo y su seguimiento en la Iglesia, a la luz del Plan de Dios, que les garantiza la realización plena de su dignidad de ser humano, les impulsa a formar su personalidad y les propone una opción vocacional específica: el sacerdocio, la vida consagrada o el matrimonio.
d) Durante el proceso de acompañamiento vocacional se irá introduciendo gradualmente a los jóvenes en la oración personal y la lectio divina, la frecuencia de los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación, la dirección espiritual y el apostolado.
e) Privilegiar en la Pastoral de Juventud procesos de educación y maduración en la fe, como respuesta de sentido y orientación de la vida, y garantía de compromiso misionero.
f) De manera especial, se buscará implementar una catequesis atractiva para los jóvenes que los introduzca en el conocimiento del misterio de Cristo, y se buscará mostrarles la belleza de la Eucaristía dominical, que los lleve a descubrir en ella a Cristo vivo y el misterio fascinante de la Iglesia.
g) La Pastoral de Juventud ayudará a los jóvenes a formarse, de manera gradual, para la acción social y política y el cambio de estructuras, conforme a la Doctrina Social de la Iglesia, haciendo propia la opción preferencial y evangélica por los pobres y necesitados.
h) Urgir la capacitación de los jóvenes para que tengan oportunidades en el mundo del trabajo, y evitar que caigan en la droga y la violencia.
i) En las metodologías pastorales, procurar una mayor sintonía entre el mundo adulto y el mundo juvenil.
j) Asegurar la participación de jóvenes en peregrinaciones, en las Jornadas nacionales y mundiales de Juventud, con la debida preparación espiritual y misionera, y con la compañía de sus pastores.

Después de una iniciación cristiana fuerte en cada grupo adolescente o juvenil, vendrá la catequesis permanente que continúa el proceso de maduración en la fe, en la que se debe incorporar un discernimiento vocacional y la iluminación para proyectos personales de vida .

Para esta misma etapa de la persona, no podemos negar que hay jóvenes que por cuestiones alejadas de su voluntad han tenido que madurar muy rápido, y casi consideradas por la sociedad como adultos, es el caso de las adolescentes y jóvenes madres solteras, los hijos mayores huérfanos que deben llevar la responsabilidad de sus hermanos, los que por necesidad deben trabajar y estudiar en su bachillerato, entre otros. Para esto la Pastoral de la Juventud debe formar grupos que satisfagan estas condiciones y lleven a estos jóvenes a encontrarse con el “Señor que no quita nada y lo da todo”. También hay opciones de formar grupo de jóvenes discapacitadas, y a su vez grupo juveniles de parejas de novios, en el cual se discuta y se aprenda a la luz de la Palabra el sentido de un noviazgo con Jesús.

En lo que se refiere a la formación de los discípulos y misioneros de Cristo no se puede excluir por nada la pastoral vocacional, que es responsabilidad de todo el pueblo de Dios, comienza en la familia y continúa en la comunidad cristiana, debe dirigirse a los niños y especialmente a los jóvenes para ayudarlos a descubrir el sentido de la vida y el proyecto que Dios tenga para cada uno, acompañándolos en su proceso de discernimiento .

Además se debe procurar formar la pastoral penitenciaria, la pastoral de menores infractores y en situaciones de riesgo. Esto es una opción de apostolado muy exitoso para que los integrantes de grupos juveniles y de adolescente puedan realizar su misión como discípulos en estos lugares.

Luego de que la persona pasa su etapa de adolescente-joven y se convierta en joven-adulto, puede ser partícipe de un Grupo de Profesionales o de Universitarios, o simplemente de un grupo de jóvenes-adultos para evitar discriminaciones.

El objetivo de todos estos primeros grupos para la primera infancia, adolescencia y juventud es el de desarrollar en nuestras comunidades un proceso de iniciación en la vida cristiana que comience por el kerygma, guiado por la Palabra de Dios, que conduzca a un encuentro personal, cada vez mayor, con Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre, experimentado como plenitud de la humanidad, y que lleve a la conversión, al seguimiento en una comunidad eclesial y a una maduración de fe en la práctica de los sacramentos, el servicio y la misión Esto es lo que se llama “catequesis mistagógica”.

La parroquia ha de ser el lugar donde se asegure la iniciación cristiana y tendrá como tareas irrenunciables: iniciar en la vida cristiana a los adultos bautizados y no suficientemente evangelizados .

Estos adultos deben seguir unidos a la parroquia y para esto la parroquia debe seguir ofreciendo grupos para adultos, grupo de parejas donde se comparta experiencias vivenciales con Jesús, de aquí aparecen muchos grupos en los cuales el párroco se puede apoyar para esta labor, por ejemplo, los Catecúmenos, los Neo-catecúmenos, los Equipos de Nuestra Señora, los grupos familiares, asambleas familiares, entre otros; los nuevos movimientos y comunidades puede ser una ayuda grandiosa pues son un don del Espíritu Santo para la Iglesia. En ellos, los fieles encuentran la posibilidad de formarse cristianamente, crecer y comprometerse apostólicamente hasta ser verdaderos discípulos misioneros ; además puede el párroco junto con los laicos profesionales en psicología, educación, salud etc., colaborar con conferencias, capacitaciones, retiros y convivencias para las parejas de esposos o adultos. Cuando se hace difícil el acercar a los padres de familia a estas reuniones, se puede utilizar el método de las reuniones quincenales o mensuales para padres de familia de niños de comunión y/o confirmación, y así se puede ir creando un nuevo grupo o comunidad con estos adultos.

Se debe tener en cuenta que desafortunadamente muchas familias están divididas y en consecuencias hay esposos(as) solos separados (as), viudos (as), adultos sin casarse, abuelos (as) entre otros, es necesario formar estos grupos de apoyo y acompañamiento para que esta condición que están viviendo encuentre en Jesús la vida en abundancia (Cf. Jn.10,10) y puedan ellos ser discípulos y misioneros desde su propia experiencia.

Aparecida nos presenta algunas acciones para tutelar y apoyar la familia que la pastoral familiar puede impulsar:

a) Comprometer de una manera integral y orgánica a las otras pastorales, los movimientos y asociaciones matrimoniales y familiares a favor de las familias.
b) Impulsar proyectos que promuevan familias evangelizadas y evangelizadoras.
c) Renovar la preparación remota y próxima para el sacramento del matrimonio y la vida familiar.
d) Promover, en diálogo con los gobiernos y la sociedad, políticas y leyes a favor de la vida, del matrimonio y la familia.
e) Impulsar y promover la educación integral de los miembros de la familia, (situaciones difíciles, incluyendo la dimensión del amor y la sexualidad)
f) Impulsar centros parroquiales y diocesanos con una pastoral de atención integral a la familia, especialmente a aquellas que están en situaciones difíciles: madres adolescentes y solteras, viudas y viudos, personas de la tercera edad, niños abandonados,
etc.
g) Establecer programas de formación, atención y acompañamiento para la paternidad y la maternidad responsables.
i) Seguir ofreciendo formación permanente, doctrinal y pedagógica para los agentes de pastoral familiar.
j) Acompañar con cuidado, prudencia y amor compasivo, siguiendo las orientaciones del Magisterio, a las parejas que viven en situación irregular.
k) Ayudar a crear posibilidades para que los niñas y niños huérfanos y abandonados logren, por la caridad cristiana, condiciones de acogida y adopción, y puedan vivir en familia.
m) Organizar casas de acogida y un acompañamiento específico para acudir con compasión y solidaridad a las niñas y adolescentes embarazadas, a las madres “solteras”, a los hogares incompletos.
n) Tener presente que la Palabra de Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, nos pide una atención especial hacia las viudas. Buscar la manera de que ellas reciban una pastoral que las ayude a enfrentar esta situación, muchas veces de desamparo y soledad .

Esta V Conferencia ofrece una gama de acciones que llevan a la persona, en todas las etapas de su vida, a encontrarse con el Resucitado con ayuda de unos lugares, grupos y comunidades en compañía de su sacerdote y sus líderes (laicos y religiosos) discípulos y misioneros que dan lo mejor de sí por estas almas en cada uno de los grupos y comunidades; pero para que estos discípulos misioneros puedan cumplir su misión con responsabilidad personal, necesitan una sólida formación doctrinal, pastoral, espiritual y un adecuado acompañamiento para dar testimonio de Cristo y de los valores del Reino en el ámbito de la vida social, económica, política y cultural .

Estos líderes deben ser muy bien escogidos pues, sólo se puede dar de lo que uno ha recibido; como rasgos del discípulo misionero líder destacamos, entre otros: que tenga como centro la persona de Jesucristo, nuestro Salvador y plenitud de nuestra humanidad, fuente de toda madurez humana y cristiana; que tenga espíritu de oración, sea amante de la Palabra, practique la confesión frecuente y participe de la Eucaristía; que se inserte cordialmente en la comunidad eclesial y social, sea solidario en el amor y fervoroso misionero . El discípulo es alguien apasionado por Cristo, a quien reconoce como el maestro que lo conduce y acompaña .

En cada uno de estos grupos o pequeñas comunidades debe tenerse presentes cinco aspectos fundamentales en el proceso de formación del discípulo misionero, que aparecen de diversa manera en cada etapa del camino, pero que se compenetran íntimamente y se alimentan entre sí:
a) El Encuentro con Jesucristo. Encuentro debe renovarse constantemente por el testimonio personal, el anuncio del kerygma y la acción misionera de la comunidad. El kerygma no sólo es una etapa, sino el hilo conductor de un proceso que culmina en la madurez del discípulo de Jesucristo.
b) La Conversión: Es la respuesta inicial de quien ha escuchado al Señor con admiración, cree en Él por la acción del Espíritu, se decide a ser su amigo e ir tras de Él, cambiando su forma de pensar y de vivir, aceptando la cruz de Cristo, consciente de que morir al pecado es alcanzar la vida.
c) El Discipulado: profundizar en el misterio de la persona de Cristo, de su ejemplo y de su doctrina. Para este paso, es de fundamental importancia la catequesis permanente y la vida sacramental,
d) La Comunión: No puede haber vida cristiana sino en comunidad: el discípulo participa en la vida de la Iglesia y en el encuentro con los hermanos, viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna solidaria y en la vida del Espíritu.
e) La Misión: Es inseparable del discipulado, por lo cual no debe entenderse como una etapa posterior a la formación, aunque se la realice de diversas maneras de acuerdo a la propia vocación y al momento de la maduración humana y cristiana en que se encuentre la persona .

De igual manera no podemos reducir la formación a aspectos concretos, pues el ser humano es una ser integral y por lo mismo su formación. El documento de Aparecida nos muestra cuatro criterios que deben existir en cada uno de estos grupos o pequeñas comunidades para que sean trabajadas armónicamente a lo largo de todo el proceso formativo y así llegar a ser un verdadero discípulo misionero:
a) La Dimensión Humana y Comunitaria. Tiende a acompañar procesos de formación que lleven a asumir la propia historia y a sanarla. Se trata de desarrollar personalidades que maduren en el contacto con la realidad y abiertas al Misterio.
b) La Dimensión Espiritual. Es la dimensión formativa que funda el ser cristiano en la experiencia de Dios, manifestado en Jesús, y que lo conduce por el Espíritu, por medio de los diversos carismas, a través de los senderos.
c) La Dimensión Intelectual. El encuentro con Cristo, Palabra hecha Carne, potencia el dinamismo de la razón que busca el significado de la realidad y se abre al Misterio, puesta constantemente al día a través del estudio que abre la inteligencia, con la luz de la fe, a la verdad.
d) La Dimensión Pastoral y Misionera. Un auténtico camino cristiano llena de alegría y esperanza el corazón y mueve al creyente a anunciar a Cristo de manera constante en su vida y en su ambiente .

Logrando aplicar cada uno de estas propuestas e ideas que la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida nos invita, construiremos entre todos, la Iglesia que quiere el Padre en el encuentro personal con su Hijo y vivida en comunidad con el Espíritu Santo.

¿QUÉ PUEDO HACER FRENTE A MI IGLESIA CATÓLICA EN ESTE TIEMPO?


El viaje del S.S. Benedicto XVI al país de Malta está relacionado con muchos factores, entre ellos, los casos de abuso sexual por parte de los clérigos y religiosos de este lugar. No quiero que evitemos hablar de estos temas sino más bien enfrentarlos con la justicia y la verdad con las que el evangelio nos invita, y así hacer frente con caridad a las demás personas que hablan subjetivamente al respecto.

Quiero empezar aclarando los conceptos relacionados con los abusos sexuales a menores de edad. Pedofilia: es el acto o fantasías de establecer relaciones sexuales con niños menores de edad, como método repetidamente preferido o exclusivo, para lograr la excitación sexual. Algunos hablan de pedofilia cuando se trata de relaciones sexuales de un hombre con jovencitas o niñas, de pederastia cuando las relaciones sexuales son de un hombre con muchachitos menores de 14 años, y efebofilia cuando las relaciones sexuales son con adolescentes[1].

Por otra parte, debemos hablar con la verdad de lo que los medios de comunicación, los políticos, los intelectuales y el público en general han hecho sobre el tema, muchas de ellas contradictorias, parciales y exageradas o mentirosas, que no han ayudado a aclarar los hechos, mas bien distorsionan las ideas con tinte amarillista y anticlerical. Primero debemos ver que este problema es un problema universal, familiar y social ante todo, que va aumentando cada día, Scarlettari y Laggia[2] afirman que los sitios pedófilos en internet han aumentado en un 200%. Hay 552 organizaciones bien estructuradas que reivindican los derechos pedófilos, existen partidos políticos y comités que luchan por defender esos derechos. La ONU publicó en el 2006 un reporte donde afirma que sólo en el año 2000 hubo 230 millones de niños abusados sexualmente en el mundo[3].

En segundo lugar, vemos que en las últimas décadas del siglo XX se desataron escándalos de pedofilia de clérigos de la Iglesia católica, pero no es verdad que la pedofilia sea una “pandemia” entre el clero y los religiosos. La mayoría de los abusos se han hecho no con niños sino con adolescentes (efebofilia) y la proporción ha oscilado entre el 2% o 3% del clero y religiosos[4] de todos los casos conocidos en el mundo, ésta es una cifra inferior a la pedofilia en hombres casados y en clérigos de otras confesiones religiosas. Porcentajes más altos de pedofilia los encontramos entre los maestros, los policías, los médicos, los psicólogos y otras profesiones, estas cifras son de un autor estadunidense no católico y gran historiador.

En tercer lugar, no es verdad que sólo la Iglesia católica tiene estos casos, otras confesiones no católicas han reconocido porcentajes más altos de pedofilia entre sus clérigos que entre los clérigos católicos[5]. Por otra parte, no es verdad que el celibato lleve a la pedofilia o a otras desviaciones sexuales. El ambiente donde mayor número de casos pedófilos se presentan es en familia, y son personas heterosexuales casadas y con relaciones sexuales, las que mayormente abusan de menores o manifiestan conductas sexuales desviadas[6].

En quinto lugar, no es verdad que la homosexualidad no está conectada con la pedofilia. Es tres veces más probable que los homosexuales sean pedófilos que los hombres heterosexuales. Un tercio de varones homosexuales sienten atracción por los adolescentes[7] y la mayoría de los abusos de clérigos pedófilos se realizan no con niños/as, sino con adolescentes (efebofilia), manifestando esos clérigos claras tendencias homosexuales[8].

En Malta también tenemos datos, según la Iglesia Católica, en este archipiélago ubicado en el centro del Mediterráneo, a cuyas costas llegan miles de inmigrantes de África, 45 sacerdotes han sido investigados por abuso de menores. De esos 45 casos, 19 fueron declarados "sin fundamento", mientras que 13 siguen abiertos. Cuatro sacerdotes fueron sometidos a proceso canónico, declarados culpables y reducidos al estado laical, y otros dos ya murieron.

En la última década el Dicasterio de la Doctrina de la Fe ha atendido, investigado y sancionado cerca de 3000 procesos contra clérigos acusados de abuso a menores en los últimos 50 años. El 60% de esos casos se trataba de efebofilia (abuso de adolescentes del mismo sexo), el 30% de relaciones heterosexuales y el 10% de estricta pedofilia con niños que no han llegado a la pubertad. Se debe tener en cuenta que los sacerdotes en el mundo son un poco más de 400 mil.

Como vemos, no todo lo que se dice fuera de los documentos oficiales de la Iglesia es verdad, ni todos los sacerdotes acusados son culpables. Con estas razones no quiero justificar a estos sacerdotes que han cometido estos actos horrendos sino de poner nuestra vista en el Creador y no en sus creaturas.

Debemos tener en cuenta que nuestra Iglesia católica está conformada por humanos y por tanto es pecadora; si realmente somos coherentes con nuestra fe y razón, nuestra comunión con la Iglesia de Cristo no se romperá, pues tendremos los ojos puestos en su fundador.
Sí, estos actos nos causan tristeza e ira, pero no nos podemos quedar allí mirando esto sin hacer nada, como dice San Agustín “la esperanza tiene dos hermosas hijas: la furia y la acción” de allí que la furia esté, pero no nos puede llevar a pecar “que el enojo no te dure todo el día, no des espacio al demonio” (Ef.4,26-27), por tanto, nos queda actuar ante estos hechos con un arma grandísima La Santidad.

Nos queda a nosotros los hijos de la Iglesia orar y sentir misericordia por estas víctimas como hizo el Papa en Malta con las ocho personas abusadas, así lo narra una de ellas (Lawrence Grech): -El Papa "lloró con nosotros… Quedé impresionado por su humildad. Asumió sobre sí mismo todo lo causado por otros. Fue muy valeroso. Nos escuchó individualmente, oró y lloró con nosotros[9], y también debemos tener misericordia con los victimarios, pues son humanos y por tanto su dignidad de persona importa mucho, aborrezcamos el pecado pero amemos al pecador, la voluntad de Dios es que todos los hombres se salven (1Tm.2,4).

La santidad sin lugar a duda es el la fuerza que atraerá a todos hacia Cristo, levantará la fe de muchos y expulsará de nosotros el pecado, pues con ella damos ejemplo de ser verdaderamente discípulos del Señor, “…en esto conocerán todos que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a los otros” (Jn 13,35).

“¡Toda crisis que enfrenta la Iglesia, toda crisis que el mundo enfrenta, es una crisis de santidad! La santidad es crucial, porque es el rostro autentico de la Iglesia. Estos son tiempos duros para ser sacerdote hoy. Son tiempos duros para ser católicos hoy. Pero también son tiempos magníficos para ser un sacerdote hoy y tiempos magníficos para ser católicos hoy[10]”, además " los naufragios que la vida nos puede deparar pueden ser útiles para nuevas iniciativas de nuestra vida"[11], es hora de cambio, de decisión, ¡de ser santos!


[1] José Rafael Prada, Pbro. “hablemos de abuso sexual infantil por parte de los clérigos y religiosos católicos” ed. San Pablo, 2010  
[2] Scaleittari, L. y Laggia, A. “L’orso nascosto”. En: Famiglia Cristiana, n. 43, 2003, pp. 32-33.
[3] ONU, “Alarma por violencia contra los niños”. En: El Tiempo,  14 de octubre 2006, pp. 1-23.
[4] Philiph Jenkins, Pedophilia and Priest. Anatomy of a contempoary Crisis, Oxford University Press. New York, 1996.
[5] Amedeo Cencini, sacerdote italiano, psicólogo y formador, en su obra “Por amor, con amor, en el amor. Libertad y madurez afectiva en el celibato consagrado. Sociedad de Educación Atenas, Madrid, 1998. Pp 74-75, trae datos concretos al respecto.
[6] José Rafael Prada, Pbro. “hablemos de abuso sexual infantil por parte de los clérigos y religiosos católicos” ed. San Pablo, 2010. Pp. 25
[7] Jenkins Philip. “The Myth of the Pedophile Priest”. En: Pittsburgh Post-Gazette, 2 de marzo de 2002, p.65.
[8] Hudson, Deal,“Diez mitos sobre la pedofilia de los sacerdotes. Crisis-Magazine,4 de abril 2002, p. 2
[9] Informó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, 18 de abrilde 2010, Malta
[10] Homilía del padre Roger J. Landry OFM, www.aciprensa.com, religión, teología y vida eclesial.
[11] Palabras del Papa Benedicto a los jóvenes en Malta, 18 de abril 2010

sábado, 21 de agosto de 2010

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La experiencia en el Señor ha sido algo maravilloso pues se vive el tiempo completo por y para el Señor, cosa que no se puede hacer por fuera por cuestiones de tiempo y de ocupaciones. Es un proceso de discernimiento grandioso que con ayuda de la Santísima Trinidad, de María, de San José, de los ángeles y de los formadores podemos lograr esta carrera divina.
El seminario es la respuesta a un llamado que Dios nos hace y en la cual debemos trabajar para que a través de la fe y la razón podamos llegar si Dios quiere al sacerdocio, pues "debemos entender en lo que creemos y creer en lo que entendemos".

"Voy al seminario a ser santo, si Dios quiere seré saerdote" Mons. Alfonso Uribe Jaramillo

Siervos del Espíritu Santo (propedéutico)
Padre Juan Jaime Escobar
Padre Gustavo Jamut,  OVM - Oblato de la Virgen María (Argentina)


Mons. Juan Vicente Córdoba, S.J. (Secretario de la Coferencia Episcopal)


La hermana San Enrique (hermana de sangre de Mons. Alfonso Uribe Jaramillo)


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